Baleira es un paraíso natural enclavado además en la segunda etapa del Camino primitivo a su paso por Galicia.
Las rutas de senderismo son uno de los principales atractivos del ayuntamiento hacia los turistas, con la Ruta de la marronda Alto Eo homologada por la Federación Gallega de Montañismo señalizada siguiendo la normativa por las parroquias de A Braña, Martín y Cubilledo, en una manera de dar a conocer la gran riqueza natural de la zona, con la Fraga de A Marronda y la belleza del río Eo.
El trayecto discurre por pistas, canales, sendas y caminos de paso tradicionales, recorriendo las orillas del Eo desde casi su nacimiento en Fonteo hasta llegar a Cortevella, donde sorprenden sus meandros y se puede disfrutar del hermoso paisaje fluvial que el río deja a su paso, con cascadas como la de la Acea de Serra y la de O Pozo da Ferreira. Puntos de interés a su paso son San Paio, Cabreira, Capela da Pastora, el mirador Do Muíño, la Fraga da Marronda, o Pena da Raia, entre otros.
Otro itinerario es la Ruta de las áreas de recreo, de donde el visitante puede acercarse al nacimiento de ríos tan importantes como el Eo y el Neira, principales agentes modeladores del paisaje de estas tierras. Incluye el Área Recreativa de Fonteo y las de A Fontaneira, A Cortevella, y la de O Cádavo, en la entrada de la capitalidad municipal en dirección la Lugo, de donde destaca un singular elemento escultórico que el arquitecto Antonio Gaudí concibió para el templo de la Sagrada Familia. Asimismo, Baleira ofrece al visitante la Ruta de las iglesias, con gran parte de los templos parroquiales del municipio, como el de San Pedro da Esperela, una iglesia románica del siglo XII que sufrió una profunda reforma a mediados del siglo XVIII, o las de Santiago da Fontaneira, Santiago de Córneas y San Miguel da Braña, entre otras.
CASTROS. Otra de las rutas es la de los Castros, un itinerario turístitico que nos permite conocer yacimientos arqueológicos vestigios de los pueblos celtas que habitaron el norte de la Península Ibérico en la Edad del Hierro. Uno de los aspectos más atractivos de los castro es el de la construcción de las viviendas que se levantan casi siempre sobre rocas para ahorrar cimentaciones, empleando losa y granito. Destacan el Castro de Antiguallas (Córneas), la Pena do Castro (Vilar dos Adrios), el Castro da Degolada o A Pena dos Mouros (Real de Cubilledo). Aparte de estos castros en Baleira se conservan también los castros de Pereira (Librán), con una serie de murallas y fosos que culminan en una impresionante croa; el Castro de Valdería, enclavado en un cerro desde donde se domina el Valle de Esperela y Posada; el Castro de Cubilledo, del cual no quedan restos arqueológicos ya que por encima de él se construyó la aldea, y los Castros de Vilaselle y Retizós.